viernes, 1 de mayo de 2020

ECONOMÍA Y PROPAGANDA DURANTE LA GRIPE ESPAÑOLA

Celebramos hoy el 1º de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, en un contexto extraño. Muchas personas llevan semanas sin poder acceder a un trabajo digno y tampoco pueden salir a la calle a manifestarse por sus derechos, a consecuencia de las medidas de confinamiento decretadas en todo el mundo, por culpa de la epidemia de coronavirus. 
La Historia nos enseña que en el pasado existieron otras situaciones similares, en las cuales la enfermedad afectó tan profundamente al desarrollo de las actividades productivas, que casi provocó el colapso total de la civilización. Autores recientes como Jared Diamond y Yuval Harari han señalado numerosos ejemplos de ello. Pero seguramente sea la epidemia de Gripe Española de 1918 la que pueda darnos más pistas, por su semejanza con la enfermedad que hoy nos acecha. En términos cuantitativos, sin embargo, no hay punto de comparación. La pandemia de 1918 es considerada la más catastrófica de la humanidad pues se estima que mató a casi 50 millones de personas; las muertes provocadas por el coronavirus apenas llegan a las 234.000 en todo el mundo, a día de hoy. 
La primera imagen que reproducimos aquí hace referencia a la psicosis social desatada por el miedo al contagio de gripe entre la población norteamericana. Se trata de una viñeta de humor negro publicada por el dibujante Gaar Williams en el periódico Indianapolis News, en 1918. En ella, una alegoría de la muerte, vestida como un cowboy, se sienta junto a un pasajero aterrorizado en un vagón de tren y le pregunta, expectante, qué tal le van las cosas. El pie de foto recomienda abrir las ventanas y el pasajero trata de mantener el distanciamiento social como medida de protección básica.
A pesar del apellido español con que se bautizó a aquella gripe, su origen estuvo en una base militar estadounidense de Kansas, donde el 4 de marzo de 1918 se diagnosticaron los primeros casos. La infección pasó rápidamente a Europa, que se hallaba en las últimas fases de la Primera Guerra Mundial, y a España, donde provocó 300.000 muertes hasta que desapareció en 1920. España no participó la guerra, por haberse declarado neutral, y sus medios de comunicación no estuvieron sometidos a la censura impuesta por los gobiernos de otros países, que no querían desmoralizar a sus tropas ni mostrar debilidad ante el enemigo. Por eso la prensa española difundió sin filtros noticias e informes sobre la gripe, lo que trajo como consecuencia la creencia generalizada de que su origen estuvo en la Península Ibérica. 
He seleccionado otros dos documentos gráficos, que quizás no tengan un valor artístico sobresaliente, pero resultan de gran interés para conocer cómo afectó la Gripe Española a la sociedad norteamericana de la época. Se trata de dos carteles propagandísticos que pretendían alertar a la población sobre los peligros de la pandemia. El poster titulado Coughs and sneezes spread diseases («las toses y los estornudos propagan enfermedades»), forma parte de una campaña promovida en 1918 por el Public Health Service, y muestra en primer término a un trabajador fuerte y sano, dispuesto a impedir que la productividad se vea amenazada; de ello dependían tanto los soldados que iban a combatir en la Primera Guerra Mundial como el resto de la población que permaneció en el país. El otro poster, dibujado por Cooper, es mucho más explícito en la amenaza de la gripe, personificada con unas manos negras terminadas en garras, que apresan una gran cantidad de obreros junto a una fábrica. La leyenda recuerda que la pandemia casi logró detener el desarrollo de la producción industrial en 1918, y que aquello no puede volver a suceder.
Nos encontramos hoy en la misma tesitura; los gobiernos se debaten entre la conveniencia de impedir que la población se exponga al coronavirus y la necesidad de reanimar la actividad económica, para evitar un colapso total del sistema. Con ese fin están proponiendo diversos planes de desescalada, más o menos precisos, que acaben con el confinamiento y permitan a la gente regresar a sus puestos de trabajo, algo indispensable para su propia supervivencia y la de toda la sociedad. El riesgo es evidente, pero el freno total de la economía solo conducirá a una crisis global de magnitud y duración impredecibles. La pregunta, al fin y al cabo, es sencilla: ¿conseguiremos en algún momento recuperar la normalidad o tendremos que aprender a vivir y a trabajar con una enfermedad que, probablemente, se vuelva recurrente? El mundo lo logró después de 1918, a pesar de una cantidad infinitamente mayor de muertos, así que hay hueco para la esperanza.


3 comentarios:

  1. Great Josué!! No perderemos la esperanza. Un abrazo

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  2. Muchas gracias por informarnos. Me das esperanzas, al ver el proceso de pandemias anteriores. Abrazos

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Este blog pretende ser un recurso didáctico para estudiantes universitarios, pero también un punto de encuentro para todas aquellas personas interesadas por la Historia del Arte. El arte es un testimonio excepcional del proceso de la civilización humana, y puede apreciarse no sólo por sus cualidades estéticas sino por su función como documento histórico. Aquí se analiza una cuidada selección de obras de pintura, escultura y otras formas de expresión artística, siguiendo en ciertos aspectos el método iconográfico, que describe los elementos formales, identifica los temas que representan e interpreta su significado en relación a su contexto histórico y sociocultural.