miércoles, 18 de marzo de 2015

PRISIONES IMAGINARIAS

Las Prisiones imaginarias (Carceri d'invenzione en el original italiano) son un conjunto de catorce grabados realizados por el veneciano Giovanni Battista Piranesi hacia 1745. Fueron publicadas a partir de 1749 en Roma, gracias a la intervención del impresor Giovanni Bouchard, aunque sin mencionarse el autor, debido al carácter fantástico y atrevido de las composiciones, que se alejaba del racionalismo científico dominante en el Siglo de las Luces. Los grabados, no obstante, acabaron adquiriendo gran popularidad y fueron reimpresos en 1761 por el propio Piranesi, en su taller del Palazzo Tomati, cerca de la Piazza di Spagna; en esta ocasión el artista sí figuró como autor en la portada y además añadió dos nuevas estampas a la serie.
Piranesi es una de las personalidades creativas más asombrosas de toda la Historia del Arte occidental, al igual que otros genios inclasificables como Leonardo da Vinci, Arcimboldo o William Blake. Después de una frustrada carrera como arquitecto, en la que sólo consiguió ver construido un edificio propio, se convirtió en arqueólogo, diseñador gráfico y visionario. Afincado en la Ciudad Eterna, se sirvió del grabado como instrumento para difundir sus ideas y ofrecer a los viajeros cultos una imagen sublime de las ruinas romanas. Ciertamente, la difusión de las vistas de Piranesi ejerció como reclamo turístico para visitar la ciudad, y también como souvenir para los que habían estado allí. Trabajador incansable, Piranesi superó en la técnica del aguafuerte a su maestro Giuseppe Vasi, dando a sus paisajes urbanos un carácter menos topográfico y más fotográfico, con visiones que se aproximan a lo que hoy conocemos como gran angular. Como consecuencia de ello, sus representaciones son muy espectaculares, muestran un punto de vista idealizado, y alteran conscientemente la escala de los monumentos romanos, con el fin de hacerlos parecer más impresionantes.
El tema representado en las Carceri d’invenzione es un extravagante capricho producido por la asombrosa inventiva de Piranesi, y se enmarca en el género de las utopías artísticas. El lenguaje arquitectónico es extraordinariamente complejo y mezcla de forma ecléctica elementos diversos, tomados tanto de la Antigüedad Clásica como del Renacimiento. Hay también inscripciones, bajorrelieves y esculturas de origen presuntamente romano. Con todo ello el artista transformó el escenario subterráneo de unas mazmorras y lo amplió hasta límites inauditos, abriendo espacios ficticios, pisos superpuestos coronados por bóvedas, galerías y arcadas infinitas, escalinatas que no llevan a ninguna parte y perspectivas imposibles. El resultado es una serie de estructuras inmensas, de carácter ambiguo y conscientemente desorientadoras.
Los contrastes lumínicos producidos por la técnica del grabado dan lugar a violentos efectos de luces y sombras, que confieren a cada composición un aspecto siniestro. Este aspecto es enfatizado por el motivo recurrente de la ruina, así como por la inclusión de cadenas, poleas, espadas, argollas, instrumentos de tortura y otros objetos macabros.¿Son estas oscuras mazmorras una metáfora del vacío existencial del hombre, aterrorizado por la falta de libertad? ¿O una cárcel infinita de cuya pesadilla es imposible escapar?
Este tipo de sugestiones llamaron la atención sobremanera entre los artistas y los escritores románticos, que se sintieron completamente subyugados por las imágenes de Piranesi. Desde luego, las Prisiones imaginarias constituyeron una alternativa diferente y personal al rígido arte neoclásico, y propusieron ideas muy innovadoras en el campo del dibujo. Pocos años después, Goya grabaría sus Caprichos sobrevalorando la importancia del sueño, el absurdo y la fantasía por encima de la razón, al igual que hizo un siglo después el Surrealismo. 


Este blog pretende ser un recurso didáctico para estudiantes universitarios, pero también un punto de encuentro para todas aquellas personas interesadas por la Historia del Arte. El arte es un testimonio excepcional del proceso de la civilización humana, y puede apreciarse no sólo por sus cualidades estéticas sino por su función como documento histórico. Aquí se analiza una cuidada selección de obras de pintura, escultura y otras formas de expresión artística, siguiendo en ciertos aspectos el método iconográfico, que describe los elementos formales, identifica los temas que representan e interpreta su significado en relación a su contexto histórico y sociocultural.