martes, 24 de diciembre de 2019

LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN



La ciudad de Toro, en la provincia de Zamora, alberga una de las portadas historiadas más espectaculares del Gótico Español. Pertenece a la Colegiata de Santa María la Mayor y se conserva perfectamente gracias a su situación en un atrio cerrado, que se antepuso a lo que inicialmente era la fachada principal. De esa forma, el llamado Pórtico de la Majestad quedó en el interior de una especie de capilla que le protegió de las inclemencias del tiempo y le permitió conservar (aunque restaurada) su policromía original. Su excelente estado de conservación solo tiene parangón con el de la portada de Santa María de Laguardia, en Álava, que reproducimos más abajo. Las dos comparten, además, la misma iconografía, dedicada a la Coronación de la Virgen. 
La primera traza del Pórtico de la Majestad y los capiteles de su parte baja siguen todavía esquemas románicos; pueden fecharse en torno a 1230. Las esculturas de las arquivoltas y del parteluz son posteriores, realizadas entre 1284 y 1295 en un estilo que ya es gótico, aunque algo tosco, por deberse casi con toda seguridad a un maestro local. Ello se muestra en el dintel, que presenta una serie de figuras de pequeño tamaño y bastante rigidez, a pesar de que intentan interaccionar entre sí. Su iconografía es la muerte o dormición de la Virgen, representada de forma similar a la de una de las portadas de la catedral de Ciudad Rodrigo, que es anterior a esta. En el centro aparece la Virgen reposando sobre una cama mientras dos ángeles se llevan su alma hacia el cielo, sostenida por un manto. A la izquierda de la cama se alinean seis apóstoles con actitudes compungidas, entre las que destaca el joven San Juan, llorando junto a la cabeza de María; a la derecha se ven otros seis apóstoles más un ángel situado a los pies de la cama. 
Tiene mayor calidad la escena del tímpano, que representa la Coronación, sobre todo en las dos figuras principales de Cristo y María, que son casi exentas. A ambos lados hay dos ángeles arrodillados que portan grandes candelabros, y en el vértice superior otros dos ángeles turiferarios de menor tamaño. La iconografía sigue la variante según la cual es el propio Cristo quien impone una corona sobre la cabeza de su madre; así también fue representada en la puerta central de la fachada occidental de la catedral de Vitoria. Es diferente de otros ejemplos en los que son unos ángeles los que coronan a la Virgen, que solo es bendecida por Cristo, tal como se ve en una de las portadas laterales de la fachada occidental de la catedral de León. Un tipo mixto es el de la Puerta Preciosa del claustro de la catedral de Pamplona, donde María es coronada al unísono por Cristo y un ángel. Así aparece también en la iglesia de Santa María de Laguardia, donde el tímpano está dividido en tres pisos o registros para permite multiplicar las escenas, como era habitual a finales del siglo XIV. Su narración empieza abajo con la Anunciación, la Visitación y la Adoración de los Magos, sigue con la Dormición de la Virgen y la Asunción en el centro, y culmina arriba con la Coronación.   


La Coronación de la Virgen es un tema iconográfico que se desarrolló en Francia en el siglo XIII como consecuencia de un importante cambio de mentalidad hacia la mujer en el seno de la Iglesia Católica. Es consecuencia de un aumento de la devoción religiosa hacia la figura de María como Madre del Señor y dechado de virtudes, según habían preconizado poco antes San Bernardo de Clairvaux, San Alberto Magno, San Buenaventura y Vicente de Beauvais, entre otros. La difusión de escritos apócrifos sobre la infancia de Jesús y de la Virgen María, además de la literatura hagiográfica de Jacopo della Voragine, contribuyó igualmente a su revalorización. Todo ello consiguió sustituir en el imaginario colectivo la figura románica de Eva, como ejemplo de mujer pecaminosa y fuente de todo mal, por la gótica de María, símbolo de inocencia y de pureza.
Así, el tema de la Coronación apareció por primera vez en una portada de la catedral de Senlis, hacia 1170, y ya en el siglo XIII en otros relieves de las catedrales de Laon, Chartres y Bourges. En el arte suele asociarse con la muerte o dormición de la Virgen, también con la Asunción y a veces con otras escenas de su infancia y su vida, en los que intervienen otros personajes como sus padres San Joaquín y Santa Ana, su prima Isabel y el propio Niño Jesús. Con todos ellos forma ciclos iconográficos característicos que se han etiquetado como representaciones marianas, tal como vemos en el pórtico de Laguardia. El origen de la Coronación como tema artístico se remonta, no obstante, a la interpretación que algunos Padres de la Iglesia hicieron de ciertos pasajes del Antiguo Testamento, que constituían un anticipo del Nuevo Testamento y del Apocalipsis.
Por ejemplo, en el Libro de Esther, 2:17, se lee este texto:

«Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló en ella gracia y benevolencia delante de él, más que todas las demás vírgenes; y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti.»

Y en el Libro de los Reyes, 2:19, se dice:

«Vino Betsabé al rey Salomón para hablarle por Adonías. Y el rey se levantó a recibirla, y se inclinó ante ella, y volvió a sentarse en su trono, e hizo traer una silla para su madre, la cual se sentó a su diestra.»

Los escultores de las catedrales interpretaron estos textos, por orden de los teólogos y las autoridades eclesiásticas del siglo XIII, para crear así una de las composiciones más bellas y dignificadoras del papel de la mujer que se produjeron en la Edad Media. El relieve central de la Portada de la Majestad de la colegiata de Todo es una magnífica muestra de este tema maravilloso que parece muy oportuno hoy, que celebramos el Nacimiento del Salvador.


MÁS INFORMACIÓN:
https://viajarconelarte.blogspot.com/2014/06/la-portada-de-la-majestad-de-la.html
https://guias-viajar.com/espana/rioja-alavesa-portico-iglesia-laguardia/  

Este blog pretende ser un recurso didáctico para estudiantes universitarios, pero también un punto de encuentro para todas aquellas personas interesadas por la Historia del Arte. El arte es un testimonio excepcional del proceso de la civilización humana, y puede apreciarse no sólo por sus cualidades estéticas sino por su función como documento histórico. Aquí se analiza una cuidada selección de obras de pintura, escultura y otras formas de expresión artística, siguiendo en ciertos aspectos el método iconográfico, que describe los elementos formales, identifica los temas que representan e interpreta su significado en relación a su contexto histórico y sociocultural.