domingo, 31 de marzo de 2019

LA PUERTA DEL RELOJ DE LA CATEDRAL DE TOLEDO

El estudio de las principales portadas de las catedrales puede ayudarnos a reconocer los cambios de estilo producidos en la escultura gótica española. En el siglo XIV se desplazaron los centros artísticos de Burgos y León y aparecieron nuevos talleres escultóricos en Toledo, Vitoria, Navarra y Levante, con una influencia que ya no es exclusivamente francesa sino también italiana. Estilísticamente, se produjo un alargamiento del canon de proporciones y las formas se hicieron más sinuosas, mediante una talla más delicada y preciosista. También fue en esta época cuando los tímpanos de las portadas empezaron a agrandarse para albergar composiciones narrativas más amplias y complejas. Las esculturas se hicieron más numerosas, de menor tamaño que en el siglo anterior, y se organizaron en pisos o franjas horizontales, que desglosaban toda la vida de Cristo de manera secuencial.
El primer modelo de estas características fue la Puerta del Reloj de la Catedral de Toledo, también llamada de los Reyes Magos, de la Chapinería o de la Feria; se realizó entre finales del siglo XIII y principios del XIV. Según Azcárate, el modelo alargado del parteluz y de las jambas es sintomático de una importante evolución artística. Por otra parte, los relieves tienen un tratamiento algo desigual y además fueron encalados en el siglo XIX, lo que hace difícil apreciar su calidad. En cuanto a su composición en franjas, se relaciona con las portadas del crucero de Notre Dame de París; estilísticamente, tiene influencias de la escultura italiana del Trecento, visibles en la curvatura de los cuerpos, los pliegues de los ropajes y cierto abigarramiento de las figuras; por su iconografía es similar a la portada de la iglesia de Santa María la Real de Olite.



El tímpano está ocupado por cuatro franjas separadas por series de arcos apuntados con gabletes, bajo los que se narran secuencialmente escenas de la vida de Cristo, de la Virgen María y de la Resurrección. La lectura comienza en la esquina izquierda de la fila de abajo, donde se representan las siguientes escenas:
1. Anunciación, según la iconografía característica del siglo XIII, es decir, con María y el ángel Gabriel enfrentados de pie, y entre ambos unas ramas florecidas.
2. Visitación de María a su prima Isabel, que se abrazan.
3. Natividad de Cristo, adoptando la variante iconográfica de Santa Brígida, en la que la Virgen se arrodilla para adorar al Niño y San José le acompaña pensativo.
4. Anunciación del ángel a los pastores.
5. Viaje de los Reyes Magos siguiendo a la estrella mientras Herodes se asoma desde su palacio.
6. Adoración de los Reyes Magos, con el primero arrodillado y sin corona ofreciendo monedas de oro al tiempo que los otros dos dialogan entre sí.
7. El sueño de los Reyes Magos, en el que son advertidos de la persecución contra el Niño Jesús.
8. Matanza de los Inocentes por parte de varios soldados que visten a la manera medieval, con cota de malla y casco, bajo la atenta mirada de Herodes.



La narración continua por el extremo derecho del segundo piso y avanza hacia la izquierda mostrando los siguientes episodios:
9. Sueño de San José, en el que es alertado del peligro por un ángel que se acerca a su oído.
10. Huida a Egipto a lomos de un burrito.
11. Jesús en la escuela con otros niños y un maestro barbado que indica un libro mientras blande una vara para azotarle, según una historia tomada de los evangelios apócrifos.
12. Jesús entre los Doctores, representado dentro de un edificio que simboliza el Templo.
13. Presentación en el Templo, con la Virgen María seguida por San José y una acólita que lleva dos pichones en un cesto.
14. Recriminación de San José y María al Niño Jesús por su ausencia, según una escena familiar tomada de una tradición apócrifa que también fue representada por el pintor Simone Martini.
15. Bautismo de Cristo en el río Jordán, rodeado por San Juan y un ángel que le prepara la túnica.
16. Las Bodas de Caná divididas en dos escenas: una donde aparece el banquete nupcial y el diálogo entre Cristo y su madre María, y otra donde se llenan dos grandes tinajas de vino.



Sigue por el extremo izquierdo del tercer piso, donde se ven estas escenas:
17. Continuación del milagro de las Bodas de Caná con varios sirvientes que llenan de agua otras cuatro tinajas para obtener vino, de acuerdo con las instrucciones de Jesús.
18. Multiplicación de los panes y los peces, en un largo registro que tiene a Jesús en el centro, ayudado por los apóstoles Andrés y Felipe, que reparten la comida a la multitud.
19. Escena de una resurrección milagrosa, que puede referirse al hijo de la viuda de Naím, o a la hija de Jairo, en el extremo izquierdo.



Finalmente (20), en el ático está representada la Dormición de la Virgen. Aparece tumbada en una cama bajo un dosel, secundada por once apóstoles que rezan con sus libros. En las arquivoltas se pueden ver ángeles coronados por doseletes, que portan incensarios, cirios y copas, además de las figuras de tres arzobispos.



El programa iconográfico se completa con las esculturas de las jambas, que enfatizan el papel protagonista de la Virgen María. Esta aparece en el parteluz coronada, pisando el dragón, el áspid, el basilisco y el león, conforme a las Sagradas Escrituras, al tiempo que ofrece una flor al Niño Jesús. En las jambas de la izquierda están los tres Reyes Magos que llevan sus ofrendas, más un escudero que lleva la rienda de sus tres caballos; en las de la derecha, las figuras de San José, la Virgen María con Santa Isabel, formando una nueva escena de la Visitación, y Santa Ana. Por último, en el cerco de la puerta se han grabado motivos heráldicos de castillos, leones y águilas, además de otros animales como un gallo, una cabra, un ciervo, un perro, etc., y una serie de flores de gran carnosidad.

MÁS INFORMACIÓN:
https://elpincelconlienzo.wordpress.com/2013/11/13/la-puerta-del-reloj-catedral-de-toledo 

Este blog pretende ser un recurso didáctico para estudiantes universitarios, pero también un punto de encuentro para todas aquellas personas interesadas por la Historia del Arte. El arte es un testimonio excepcional del proceso de la civilización humana, y puede apreciarse no sólo por sus cualidades estéticas sino por su función como documento histórico. Aquí se analiza una cuidada selección de obras de pintura, escultura y otras formas de expresión artística, siguiendo en ciertos aspectos el método iconográfico, que describe los elementos formales, identifica los temas que representan e interpreta su significado en relación a su contexto histórico y sociocultural.