martes, 28 de febrero de 2012
LA EDAD DE ORO
sábado, 18 de febrero de 2012
NEWTON Y NABUCODONOSOR
En el aspecto estético, William Blake desafió el academicismo característico del siglo XVIII, rehusando el óleo porque le parecía que ocultaba la esencia del dibujo. Defendió siempre la imaginación frente a la razón, considerando que las formas ideales debían construirse no a partir de la observación de la naturaleza sino de las visiones interiores. Desde su personal punto de vista, logró configurar un estilo lineal en el que enfatizaba el valor del dibujo y la expresividad, desarrollando arriesgadas composiciones basadas en el uso de recursos rítmicos y en la oposición de elementos contrarios. Un buen ejemplo de esto último lo constituyen sus dos libros de poemas ilustrados titulados Canciones de Inocencia y Canciones de Experiencia (1789-1794). Blake pensaba que «sin contrarios no hay progreso». La dialéctica entre los estados opuestos del alma se explicaba por su grado de corrupción.
Como imagen contrapuesta se halla Nabucodonosor. Nabuco-donosor II, cuyo reinado tuvo lugar en el siglo VI a. C., fue seguramente el monarca más temido y poderoso de la dinastía caldea de Babilonia. Constructor de los famosos Jardines Colgantes y de otros grandes monumentos en la capital de Mesopotamia, la tradición judeocristiana le presentó en cambio como un tirano cruel y despiadado por haber emprendido la conquista de Judá y por haber ordenado la destrucción de los templos en Jerusalén. El grabado subraya la condición negativa del rey, mostrándole como un personaje atormentado por la culpa, con la mirada perdida, la barba desaliñada y las uñas en forma de garras. Además, se arrastra como un animal desnudo por el interior de una oscura caverna. Para William Blake, Nabucodonosor era un símbolo de la condición humana esclava de las pasiones. domingo, 5 de febrero de 2012
EL RETABLO FINGIDO DE LA IGLESIA DE LIÉTOR
«No permitir se haga en los templos obra alguna de consecuencia, sin tener fundada seguridad del acierto […] para evitar se edifique contra las reglas y pericia del arte. A este fin, teniendo el Rey presente lo que sobre el particular le ha expuesto la Academia de San Fernando, comprende no puede haber medio más obvio y eficaz que el de que se consulte a la misma Academia […] Convendrá, pues, que los directores o artífices entreguen anticipadamente a aquellos Superiores los diseños con la correspondiente explicación, y que los agentes o apoderados respectivos presenten en Madrid a la Academia los dibujos de los planes, alzados y cortes de las fábricas, capillas y altares que ideen, para que, examinados con atención y brevedad, advierta la propia Academia el mérito o errores que contengan.»
Entre los artistas que mejor se adaptaron al intrusismo de la Academia se encuentra el italiano Pablo Sístori, que se especializó en la pintura de retablos fingidos. Sístori pintaba sus retablos con temple sobre un gran lienzo que luego encastraba en la pared, logrando un resultado muy efectista. La gama de colores era suave e imitaba diversos tipos de mármoles y jaspeados, junto con toques de bronce para determinados detalles. Los diseños marcaban la preeminencia de la línea recta y eran de estilo neoclásico, cumpliendo las normas impuestas por la Academia, y el coste de la obra final era mucho más barato que un verdadero retablo de madera o piedra. Esto explica el éxito de nuestro artista, que dejó repetidas muestras de su talento en varias iglesias de las provincias de Albacete y Murcia. Entre todas ellas, destaca el vasto programa decorativo que realizó para la iglesia de Santa Eulalia de Murcia (véase en la primera imagen que reproducimos hoy) y el retablo fingido de la iglesia parroquial de Santiago, en la localidad albaceteña de Liétor (al final). Según el propio artista, el retablo que hizo en 1795 para la parroquia de Liétor fue «el más particular que había ejecutado». Su austera composición se extiende por toda la capilla mayor, dándole continuidad por medio de un pórtico clásico rematado por un entablamento recto, que recorre de manera envolvente las tres paredes, mientras que en la bóveda se ha fingido una decoración de casetones con rosetas de bronce. En la pared principal se ha fingido un retablo con un cuerpo central adelantado, coronado por un frontón curvo con ménsulas y gotas. En el centro de la composición se abre una hornacina con la imagen del Apóstol Santiago, titular del templo, y en el remate hay un tondo con la cruz de la Orden de Santiago, rodeado por un cordoncillo de flores y sostenido por dos ángeles tenantes que parecen estatuas de mármol. Según la historiadora del arte M. Moya García, que es quien mejor ha estudiado la obra de Pablo Sístori, dichos ángeles pueden estar inspirados en algunos modelos grabados en el Tratado de Andrea Pozzo.

Este blog pretende ser un recurso didáctico para estudiantes universitarios, pero también un punto de encuentro para todas aquellas personas interesadas por la Historia del Arte. El arte es un testimonio excepcional del proceso de la civilización humana, y puede apreciarse no sólo por sus cualidades estéticas sino por su función como documento histórico. Aquí se analiza una cuidada selección de obras de pintura, escultura y otras formas de expresión artística, siguiendo en ciertos aspectos el método iconográfico, que describe los elementos formales, identifica los temas que representan e interpreta su significado en relación a su contexto histórico y sociocultural.
