lunes, 2 de septiembre de 2013

LOS BRONCES DE SANCTI PETRI

En el Museo de Cádiz se conservan varias estatuillas de bronce procedentes del islote de Sancti Petri, que el profesor Antonio Blanco Freijeiro identificó como fenicias, datándolas en el siglo VII a. C. En Sancti Petri subsisten los restos arqueológicos de uno de los santuarios religiosos más célebres del mundo antiguo, fundado en honor del dios Melkart. La fama de este santuario era enorme, tanto por su situación geográfica en el entorno de las Columnas de Hércules, como por la importancia del culto recibido, según atestiguan las fuentes literarias, en particular de Estrabón, Eratóstenes y Artemidoro.
Melkart era la forma fenicia del dios Baal y fue adorado especialmente en la ciudad de Tiro. Era el bienhechor de los campos, de las tareas agrícolas, de la vegetación y de la fecundidad, por lo que su liturgia estaba asociada a los cambios de las estaciones e incluía ritos cíclicos de muerte y resurrección. Los tirios lo adoptaron como divinidad protectora y guía en sus viajes de exploración por el Mediterráneo, de forma que fue difundido como dios de la navegación, de las colonizaciones fenicias y de los efectos positivos de la civilización sobre los pueblos bárbaros. En ese contexto hay que entender la fundación del santuario de Sancti Petri en Cádiz, es decir, en el confín del mundo conocido en la Antigüedad.
Melkart fue posteriormente adoptado por los griegos, que lo asimilaron a Herakles, y también por los romanos, que lo identificaron con Hércules. Estos dos pueblos protegieron el templo gaditano y fomentaron los mitos relacionados con las Columnas de Hércules. El Herákleion de Sancti Petri alcanzó su máximo esplendor durante la dominación romana, sobre todo bajo el gobierno de los emperadores hispanos Trajano y Adriano. Todavía entonces el ceremonial religioso que acogía era de profundas raíces fenicias y llamaba la atención por ser muy diferente del que era habitual en el resto del mundo grecorromano. Lamentablemente el santuario fue destruido en el año 1146 por los almorávides, que construyeron sobre sus ruinas un pequeño castillo.
Las estatuillas de bronce que reproducimos aquí fueron halladas bajo el mar y proceden probablemente de una favissa o pozo sagrado del santuario. En este tipo de depósitos se alojaban diversos objetos de culto que habían dejado de utilizarse o estaban deteriorados, pero que aún mantenían su carácter divino. Miden alrededor de 30 cm de altura y todas conservan bajo los pies sendos pivotes, que permitían ajustarlas con firmeza a sus correspondientes pedestales para ser exhibidas en el templo, sin tener que sostenerlas en la mano. Según Blanco Freijeiro, dichos pedestales solían llevar el nombre del dios respectivo, como se ve en la escultura de Astarté de El Carambolo de Sevilla, y a veces también el del donante que había pagado la obra.
Iconográficamente, las estatuillas representan diferentes atribuciones de Melkart y muestran las influencias culturales recibidas por el arte fenicio, sobre todo del Antiguo Egipto. Por ejemplo, la figura de la izquierda muestra claramente esta influencia. Su postura es hierática, con la mirada fija en el horizonte, los brazos extendidos a lo largo del cuerpo, los puños cerrados y el pie adelantado en actitud de caminar, igual que en las estatuas monumentales de los faraones. La adopción del modelo estilístico egipcio en esta estatuilla de Sancti Petri es similar a la que se desarrolló sobre los kuroi de la escultura griega arcaica. Abundando en el detalle, el dios aparece ataviado con una tiara idéntica a la corona del Alto Egipto, lo que le confiere el aspecto de un sumo sacerdote pero también de rey (la raíz fenicia de Melkart, «melk», significa rey).
En definitiva, se trata de un conjunto de obras de arte de extraordinario valor para conocer de primera mano los efectos de la colonización fenicia y los ricos trasvases culturales experimentados durante el primer milenio a. C. en el sur de la Península Ibérica. La ocasión de admirar estas raras estatuillas de influencia egipcia vale por sí sola la visita al Museo de Cádiz.
Sin embargo, las ocasiones se coartan cuando el museo ha cerrado en horario de tarde durante todo el mes de agosto de 2013, precisamente en temporada alta de turismo, por orden de la Junta de Andalucía. No me queda más remedio que aprovechar este blog para denunciar las nefastas consecuencias de la política de recortes económicos de todas las administraciones públicas, que derrochan el dinero en multitud de actividades y cosas inútiles, amén de los numerosos casos de corrupción que cada día salen a la luz, y en cambio no son capaces de mantener la necesaria financiación a aquellos programas e instituciones que trabajan por la difusión de la cultura. Cerrar un museo en verano sin tener en cuenta la opinión en contra de los turistas, de los expertos y de los propios trabajadores del museo, es tan absurdo como ineficaz y constituye un claro síntoma de la ineptitud, la cortedad de miras y la falta de criterio de los políticos que desgraciadamente siguen gobernando este país. Pero además es una forma ruin e intolerable de privar al pueblo de la capacidad de disfrutar del patrimonio, de un patrimonio que es del pueblo y no de los políticos. 


MÁS INFORMACIÓN:

 

2 comentarios:

  1. Hola Josué, muy interesante esta última entrada. Me gustaría saber si las estatuillas, además de el culto en vida, tenían alguna “misión póstuma” como en el caso de los Ushebtis en el Antiguo Egipto, cuando acompañaban al difunto en su viaje al Más Allá. ¿Tienen algún tipo de relación con éstos? Un abrazo
    Rosa Delfín

    ResponderEliminar
  2. Hola Rosa, me alegro de volver a hablar contigo. En este caso se trata de representaciones divinas para ser exhibidas y adoradas. Ten en cuenta que fueron encontradas en un santuario, no en una tumba. El contexto en que se encuentra cualquier objeto arqueológico es muy importante para su correcta interpretación. Es verdad que por su tamaño y su estilo tienen cierto parecido con los ushebtis egipcios pero no poseen carácter funerario como aquellos; su función es diferente. Seguimos en contacto.

    ResponderEliminar

Este blog pretende ser un recurso didáctico para estudiantes universitarios, pero también un punto de encuentro para todas aquellas personas interesadas por la Historia del Arte. El arte es un testimonio excepcional del proceso de la civilización humana, y puede apreciarse no sólo por sus cualidades estéticas sino por su función como documento histórico. Aquí se analiza una cuidada selección de obras de pintura, escultura y otras formas de expresión artística, siguiendo en ciertos aspectos el método iconográfico, que describe los elementos formales, identifica los temas que representan e interpreta su significado en relación a su contexto histórico y sociocultural.